Lecciones para el país
El contundente triunfo del Apruebo en el plebiscito ha vuelto a poner en el debate la necesidad de consolidar nuestra democracia.
Apoco más de un año del denominado "estallido social", es importante recordar las lecciones que dejó este momento de la historia nacional que seguramente quedará marcado para siempre como un hito lleno de contrastes y también de encontrados análisis, dependiendo del prisma con el cual se mire.
Lo que es innegable es que lo ocurrido hace un año derivó en una profunda crisis social y política, inédita desde el retorno a la democracia, que remeció los cimientos de nuestra convivencia y desató expresiones de violencia que -solo un par de semanas antes- eran imposibles de imaginar para Chile.
Se debe reconocer, eso sí, que en medio de ese complejo escenario surgieron, especialmente en nuestra zona, muchas acciones que buscaron -por la vía del diálogo, la reflexión y el cuidado de la democracia- descomprimir el ambiente de fuerte tensión existente, lo que también tuvo un correlato a nivel político a escala país, especialmente con la suscripción de un amplio acuerdo, denominado "Por la paz social y la nueva Constitución".
El impacto que tuvo la ola de violencia que se apoderó durante las tardes y noches en gran parte del país es algo que no puede soslayarse ni relativizarse, especialmente porque tuvo graves consecuencias. En medio de los incidentes, surgió también la preocupación por los efectos de la acción policial.
Pero junto con este enfoque asociado a las nefastas consecuencias de la violencia, es importante destacar que muchos líderes y representantes de organizaciones de nuestra Región comenzaron rápidamente a enfocarse en buscar respuestas a los temas de fondo asociados, como la inequidad y la necesidad de profundizar la calidad de nuestra democracia.
Fue la pandemia del covid-19 la que hizo cambiar absolutamente la agenda pública en torno a estas materias. Sin embargo, el contundente triunfo del Apruebo en el plebiscito ha vuelto a poner en el debate la necesidad de consolidar nuestra democracia y condenar con total claridad el uso de la violencia como método para conseguir objetivos, por muy justos que éstos parezcan.