Con la llegada de la pandemia de covid-19 a La Araucanía, hace ya 16 meses, muchas de las actividades que se desarrollaban a diario de manera presencial hoy se están realizando de forma virtual gracias a las tecnologías de la información y comunicación social (TICS). Y esto trajo innumerables efectos y consecuencias, ya que actividades laborales que antes se ejercían en oficinas o salas de clases, hoy se efectúan desde el hogar.

Y este auge de lo virtual no solo afectó lo laboral o educacional, sino que también -de manera positiva o negativa- tocó a un amplio espectro del quehacer diario, facilitando la vida de los ciudadanos, por ejemplo, gracias a que determinados trámites que antes se debían realizar de forma presencial hoy pueden hacerse desde la comodidad del hogar, o bien complejizando las rutinas laborales, que ahora deben ejercerse desde un espacio que históricamente estuvo reservado para el quehacer familiar, con todo lo que ello implica.

Ahora bien, esta virtualización también la han aprovechado los delincuentes, que valiéndose de ciertos conocimientos sobre el manejo de las TICS, se las han ingeniado para realizar acciones reñidas con la ley y con ello estafar a las personas.

De hecho, ayer la Cámara de Comercio de Temuco alertaba de esta situación, tras denunciar la presencia de estafadores en algunas postulaciones a trabajos vía online, quienes a través de un correo electrónico están pidiendo a los postulantes depositar dinero a una cuenta vista para realizar supuestos exámenes médicos, y así puedan quedar seleccionados en los cupos laborales.

A esto hay que agregar los frecuentes "hackeos" de cuentas de WhatsApp o bien la compra fraudulenta de productos en plataformas electrónicas a través de depósitos con cheques sin fondos o bien robados.

De ahí que sea necesario que los ciudadanos tomen todos los resguardos necesarios a la hora de realizar actividades a través de internet que involucren contacto con desconocidos o bien intercambio de bienes o dinero, toda vez que los delitos cibernéticos han aumentado a la par con el uso de estas tecnologías. Por ello, ante la duda o desconfianza, lo mejor es abstenerse de realizar cualquier transacción a través de medios electrónicos.

En el horizonte de consumo de la sociedad moderna la bicicleta aparece como un objeto revestido del aura de la infancia. La complejidad mecánica y técnica del automóvil se presenta a los consumidores como uno de los éxitos de la sociedad industrial, sin embargo, la sociedad industrial es también, con todo su progreso y maravilla técnica, la responsable de la actual hecatombe climática.

Con la pandemia hemos visto un aumento considerable de estos medios de transporte privados. Los aforos del transporte público han desplazado a los ciudadanos al automóvil, si tienen los recursos, y a la bicicleta, para quienes tengan o bien menos recursos o bien prefieran un medio de transporte amigable con el medio ambiente. En la ciudad de Temuco aumento en un 51,2% el uso de la bicicleta durante la pandemia, según el estudio realizado por el Observatorio Elige Vivir Sano, supervisado por el Minvu y de igual manera ha aumentado el porcentaje de accidentes y muertes de ciclistas. La ciudad se torna cada vez más peligrosa y no podemos seguir permitiendo esta discriminación vial.

Muchas grandes ciudades han reorientado su estructura vial hacia un uso preferente de bicicletas. Y lejos de pensarlo como un sueño, Temuco debiese seguir ese camino de reestructuración vial, donde los ciclistas puedan sentirse cómodos y seguros, donde las calles no estén congestionadas de automóviles, donde llegar a cualquier lugar de la ciudad se pueda hacer de forma expedita a partir de la red de ciclovías. Para lograrlo, debemos cambiar algunos hábitos, compartir ciertos espacios, ubicar ciclo estacionamientos en el centro de la ciudad y lugares estratégicos, mejorar la conectividad, ofrecer bicicletas a la ciudadanía. Podemos mejorar nuestros niveles de contaminación de aire y contaminación acústica, mejorar nuestros tiempos de desplazamiento. Por ello, elige mejorar tu calidad de vida, elige la bicicleta.

Viviana Díaz Carvallo,

psicopedagoga y concejala de

Temuco