No cesan los accidentes de tránsito en La Araucanía y la Región sigue lamentando la muerte de conductores, quienes por causa de no respetar las leyes del tránsito, un descuido, una imprudencia al volante o bien por exceso de confianza al ejecutar acciones demasiado arriesgadas -permitidas, pero carentes de sentido común-, se ven involucrados en colisiones que terminan con víctimas fatales o personas lesionadas.

El tema preocupa a las autoridades y en especial a Carabineros, quienes realizan intensos controles en las carreteras de la Región para evitar la ocurrencia de este tipo de lamentables hechos, sin embargo, dada la imposibilidad de contar con un efectivo policial en cada kilómetro de la ruta, lo cierto es que los accidentes siguen ocurriendo.

A esto se agrega una mayor presencia de vehículos circulando por las rutas regionales, dado el avance de gran parte de las comunas a etapas de mayores libertades de movilidad dentro del Plan Paso a Paso del Ministerio de Salud, y la consecuente reactivación de prácticamente todo el aparato productivo regional, lo que redunda en un aumento de los desplazamientos y debiera obligar a redoblar los cuidados en la conducción. Porque solo de ello depende evitar un accidente de tránsito, en el entendido que un conductor que guíe su vehículo apegado a la normativa, atento a la señalética vial y evitando maniobras arriesgadas, debiera llegar a destino sin percances.

Por ello, cuando La Araucanía se halla en medio del periodo de vacaciones de invierno y las familias han aprovechado los avances comunales para realizar viajes dentro y fuera de la Región, es indispensable volver a insistir en la real toma de conciencia que se necesita a la hora de guiar un vehículo motorizado, ya que de ello dependerá evitar accidentes que pueden terminar en una tragedia de consecuencias insospechadas.

Este domingo en el evangelio de Juan, Jesús nos da lo que verdaderamente sacia, su palabra que hace vivir. Esa palabra es la que nos interpela hoy con el Evangelio de este domingo. Palabra que se ha escuchado seguido esta semana. Lo primero desde el evangelio de hoy, es que el interpelar busca hacer crecer al otro desde la verdad, desde el respeto.

Hoy Jesús interpela a Felipe, y no lo expone, lo hace crecer cuando descubre su propia verdad, en el signo de la multiplicación de los 5 panes y los 2 peces. Su limitación de lo que no puede hacer, y si lo puede Dios.

Detrás del diálogo entre Jesús y Felipe podemos entrever las palabras del profeta Isaías: "Aunque no tengáis dinero, ¡venid! Comprad trigo y comed, ¡gratuitamente! (Is 55,1). En este texto profético, bajo la imagen del alimento concedido gratuitamente, Yahvéh invita a Israel a buscar lo que verdaderamente sacia, su palabra que hace vivir y le promete su alianza eterna. También Jesús quiere ofrecer al pueblo el pan que sacia verdaderamente y que da la vida eterna. El evangelista añade, en efecto, que Jesús "sabía lo que iba a hacer" (v. 6). Un "hacer" que no se refiere solo al milagro de la multiplicación de los panes. Para que toda aquella gente tenga vida, Jesús dará mucho más que unos panes que sacian materialmente. Les ofrecerá las palabras que ha oído del Padre, y su propia persona a través de la muerte. La intervención de Andrés, al igual que la de Felipe, quieren poner de manifiesto la grandiosidad del signo y la impotencia humana (v. 8).

A partir de este domingo se abre en la liturgia de la palabra un amplio paréntesis que nos permitirá escuchar el capítulo 6 del evangelio de Juan, en el cual el evangelista realiza una estupenda reflexión sobre el misterio de Cristo-Pan de Vida, que se encarna en la historia, ofrece su vida por la salvación de la humanidad y se hace presente en medio de la comunidad cristiana en el pan de la eucaristía. En su reflexión se funden admirablemente la meditación eucarística y la reflexión cristológica, el misterio de la encarnación (el pan de Dios que baja del cielo) y el misterio de la redención (el pan que da la vida al mundo). El capítulo sexto del evangelio de Juan inicia con el relato de la multiplicación de los panes, que es uno de los "signos" que realiza Jesús. La acción del Señor, por tanto, tiene un valor simbólico que nos invita a descubrir algo más. En ella se revela el misterio de la gloria de Jesús. A través del hecho exterior estamos invitados a captar un mensaje y una verdad más profunda. El "signo" se vuelve anuncio y catequesis del misterio de Cristo "pan de vida".

Aprendamos a interpelar como Jesús. Buen Domingo y buen descanso.

Héctor Vargas, obispo de Temuco

Hace 40 años | 25 de julio de 1981

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Hace un año | 25 de julio de 2020

Martín Pradenas ingresó anoche a cárcel en Valdivia

La Corte de Apelaciones de Temucó revocó la decisión del Juzgado de Garantía y decretó la prisión preventiva para Martín Pradenas, imputado por abuso y violación contra Antonia Barra y otras denunciantes. De esta manera, en horas de la noche de ayer, Pradenas ingresó a la cárcel de Valdivia en medio de protestas.