Las altas temperaturas y los días soleados del verano motivan a realizar actividades al aire libre, visita a las playas y buscar el bronceado ideal. Sin embargo, podría tener consecuencias extremas si no se toman adecuadas medidas de prevención, debido al riesgo de la radiación solar, que puede traer enfermedades como el cáncer de piel.

En el mundo, cada año se diagnostican más de dos millones de casos de cáncer de piel. Es el tipo más común de esta patología (uno de cada tres), y se divide en melanoma y no melanoma. El primero es más agresivo, y afecta a las capas más profundas de la piel.

Entidades internacionales como la Organización Mundial de la Salud, OMS, y también a nivel nacional, como el Ministerio de Salud, han llamado reiteradamente a prevenir la aparición de la enfermedad mediante una actitud responsable, incentivando a las personas a disfrutar del sol este verano, pero adoptando las necesarias medidas de precaución, como exposición mínima, el uso de protectores solares y concurrir al dermatólogo cuando perciban cambios importantes en la piel.

La OMS ha proyectado un alza del 77% hacia 2050 y según datos de 2023, Chile mantiene un crecimiento preocupante en las muertes por esta enfermedad, que llega a una 40% y alcanzó más de 560 fallecimientos, la cifra más alta en 21 años.

Una proyección del Instituto Nacional del Cáncer revela que en nuestro país una de cada diez personas desarrollará algún tipo de esta enfermedad a la piel, un riesgo que está presente en todo el territorio nacional, siendo uno de los grupos más expuestos el de los trabajadores agrícolas, quienes se someten a largas jornadas bajo el sol. De todas formas, existen normativas legales que indican que deben existir elementos de protección para quienes realizan trabajos al aire libre, entre los cuales se cuentan el protector solar o gorros para evitar insolaciones y efectos nocivos por los rayos solares.

Diciembre de 2023 cerró con una variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a 12 meses de 3,9% dejando atrás el histórico y potente aumento de precios de 2022 que llegó a diciembre con una variación anual de 12,8% la más alta en 30 años. El año 2024 parecía ser el llamado a derrotar la inflación y acercarla aún más a la meta del banco central de Chile fijada en 3,0%; había cierto optimismo. Sin embargo, tempranamente el mes de enero nos alertaba que la tarea no sería fácil registrando una variación mensual del IPC de 0,7% según la serie empalmada, sorprendiendo al mercado que esperaba una cifra en torno a 0,2% - 0,3% para el primer mes del año. Cabe recordar que a partir de enero de 2024 el INE comenzó a medir la inflación con una nueva canasta y metodología de cálculo del IPC actualizando el año base a 2023.

Avanzaba 2024 y los primeros días de abril el Banco Central presentaba el informe de política monetaria (Ipom) correspondiente a marzo. En este primer Ipom del año, el instituto emisor ya tuvo que corregir significativamente al alza la inflación proyectada para 2024, dejándola en 3,8% (luego de la proyección de 2,9% realizada en el anterior Ipom de diciembre de 2023) y además debió postergar la llegada de la inflación a su meta de 3,0% para 2025. El ente rector de la política monetaria reconocía temprana y explícitamente que la batalla contra la inflación sería más dura y larga de lo esperado, y que estaba lejos aún de ser ganada. Así llegamos a la mitad del año y el Ipom de junio entrega nuevamente malas noticias en materia inflacionaria, se vuelve a corregir al alza la inflación anual estimada para 2024 hasta 4,2% (3,8% Ipom anterior) y más preocupante aún, el banco central posterga ahora para 2026 el retorno a la meta de inflación de 3,0%. El siguiente Ipom de septiembre siguió la tónica en cuanto a proyección de precios y eleva otra vez la inflación proyectada para el año estimando que el IPC llegaría a diciembre con un alza anual de 4,5% (y además recorta la proyección de crecimiento). Finalmente, el último Ipom del año (diciembre) siguió la tendencia de todos los informes del año y eleva una vez más la proyección de inflación para 2024 estimando que el IPC a diciembre cerraría con un alza de 4,8% a 12 meses. Con todo, el IPC de diciembre 2024 dio la sorpresa al caer 0,2% en el mes y con ello la inflación anual quedó en definitiva en 4,5%.

La inflación reduce el poder adquisitivo de las familias, en especial de las más vulnerables que tienen menos herramientas de protección. Se produce por causas internas y externas, puede ser de tipo de demanda y/o de costos. Independiente de su causa y tipo es un enemigo duro de roer, es rápida su llegada y muy lenta su partida, esto debiera ser una lección para las autoridades y las futuras decisiones de política pública que deben tener en cuenta el impacto de éstas sobre la inflación si decimos velar por el bienestar social.

Patricio Ramírez R.,

coordinador Observatorio Económico Social