Sin dudas que educar con cariño, respeto y determinación es una prioridad y un gran desafío, ya sea en tiempos de normalidad, o en el actual, donde el mundo entero se ve enfrentado a una crisis sanitaria sin precedentes y que ha golpeado todos los ámbitos de la vida, desde la economía hasta el empleo, pero también al modelo educacional y las propias rutinas familiares.

Por ello, educar, insistimos, tiene gran relevancia, principalmente en este escenario de estrés y ansiedad que provoca la pandemia. Pero eso proceso debe ir acompaño del amor y la firmeza.

Para lograrlo se recomienda usar el mínimo de energía para obtener el resultado deseado, es decir, comunicar un mensaje que equivale a "estoy aprendiendo" y no el de "estoy enojado".

Según la especialista Paula Fuentes, directora Pedagogía en Educación Básica de la Universidad de Las Américas, además es importante no dar apelativos negativos al niño como, por ejemplo: "Niño malo, no se tiran las cosas", pues en este caso es mejor enseñarles a no hacerlo o bien a manejar con cuidado un objeto frágil, sin dar ningún apelativo negativo.

La experta plantea que no hay que temer a las reacciones, "pues si bien los adultos muchas veces sabemos lo que es beneficioso para el niño, este no logra comprenderlo a la primera, ya sea porque no quiere escuchar, se rebela frente a una situación o se frustra al no poder hacer algo por sí solo. Aprender a canalizar las reacciones requiere de esfuerzo, tiempo y energía. Como es un camino largo, que inclusive muchos adultos no logran aún, es necesario aprenderlo y enseñarlo a temprana edad. Es importante mantener la calma frente a las reacciones poco adaptadas de los niños, ofreciendo ayuda, escuchando y sobre todo empatizando con ese cerebro que está aprendiendo a razonar".

Educar de manera correcta en estos tiempos de pandemia, donde la educación formal ha sufrido un inesperado cambio, es vital en el proceso formativo de las nuevas generaciones. Por ello es importante seguir las recomendaciones de los especialistas en la materia.

La necesaria conversación que debe existir entre la academia, los sectores público y privado, sin duda ha cobrado mayor relevancia en los tiempos que vivimos de crisis sanitaria. Las tempranas alianzas de la Universidad de La Frontera con el Hospital Hernán Henríquez Aravena y con el Servicio de Salud Araucanía Sur han impulsado investigaciones y soluciones tecnológicas atingentes a la pandemia, permitiendo optimizar recursos y esfuerzos para dar respuesta a las necesidades territoriales que hoy enfrentamos. Como universidad estatal hemos puesto dos de nuestros laboratorios al servicio de los diagnósticos de covid-19 en La Araucanía y nuestros investigadores se encuentran desarrollando estudios en distintas disciplinas a fin de abordar los diversos impactos que una situación de emergencia sanitaria puede generar.

Pero esta cooperación debe trascender el actual escenario de pandemia y manifestarse como un imperativo para responder a las problemáticas de la sociedad. Son alianzas virtuosas que nos permiten como institución generadora de conocimiento visualizar nuestro quehacer científico de forma pertinente. Para la Ufro, uno de sus propósitos fundacionales es la vinculación de su actividad científica con el entorno, que se ha materializado a través de iniciativas impulsadas por sus Institutos Interdisciplinarios, Núcleos Científicos, Centros de Excelencia, y sus seis Facultades.

Y seguimos avanzando en este propósito, ahora con un proyecto de Innovación en la Educación Superior, el cual se orienta precisamente a implementar un nuevo ecosistema integrado de investigación, con la participación de actores públicos y privados, que permitan facilitar e incrementar el proceso de producción científica y su impacto en áreas de interés regional, nacional, internacional y de desafíos futuros.

Es un modelo que abordará procesos de investigación desde el medio externo e interno, con foco en las necesidades del ecosistema. Priorizando las líneas de investigación relacionadas con el cambio climático y sustentabilidad, la transformación industrial y revolución tecnológica, la salud y el bienestar social.

Esta iniciativa sumará sinergias para trabajar colaborativamente, con los distintos actores de la sociedad, abordando los principales temas científicos que impactan en nuestra sociedad, permitiendo continuar en la senda de generación de conocimiento y transferencia a las problemáticas actuales.

César Arriagada Escamilla,

vicerrector de Investigación

y Postgrado Universidad de La Frontera