(viene de la página anterior)
El año 1921, el misionero estadounidense Carlos Lefevre asume el desafío de dar vida al Instituto Bíblico de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, hoy conocido como Seminario Teológico ACyM, organización centenaria de Temuco por la cual han pasado cientos de misioneras, misioneros y pastores; propios y también de otras iglesias.
Es la década del 20. Son tiempos fundacionales y al no tener una sede física, el incipiente centro de estudios funcionará por varios años en forma ambulante en distintas ciudades del sur de Chile, hasta que en 1923, a fuerza de pala, hombros, clavos y martillo, se instala el entramado que da forma al histórico edificio de albañilería que hoy alberga a la institución en la calle Dinamarca de Temuco. Obra en la que el propio Lefevre se recoge las mangas y trabaja como un obrero más.
Así lo recuerda el presidente nacional de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, Iván Flores. "El edificio institucional - relata el pastor - comenzó a funcionar en 1930. Su primer rector fue don Carlos Lefevre, quien siete años antes participa en la construcción de la infraestructura que lo sostiene. Él fue un cristiano muy entusiasta, tanto que tiempo después lo enviarían a misionar a la isla de Chiloé", el cual -según los antecedentes históricos - antes de instalarse en Temuco sirve a la iglesia en la ciudad de Valdivia y en la localidad de Capitán Pastene, conocida como la "Pequeña Italia" de La Araucanía.
INICIOS
Considerado por los historiadores aliancistas como el primero en abrir sus puertas en Chile y el primero en funcionar en Sudamérica, en la actualidad, el Seminario Teológico ACyM cuenta con 225 alumnos y alumnas que se preparan como futuros misioneros y que aspiran, cada cuatro años, a egresar con el título de bachiller superior en teología que allí se entrega.
"Básicamente otorgamos formación a los futuros pastores o, si se quiere ver de otra forma, todos los pastores de la iglesia han debido pasar por el seminario antes de ser nombrados", explica Iván Flores, quien agrega que el aporte misionero de la Alianza Cristiana no ha sido menor, ya que - como detalla el actual rector de la entidad, Anthony Prado - se cuentan generaciones de egresados desde el año 1924.
Y no es que el seminario gradúe pastores. Es la iglesia quien decide el nombramiento de sus respectivos ministros, quienes deben haber recibido primero una preparación teológica, aunque el seminario también es formador de misioneros y misioneras, cuyo destino, generalmente, es algún lugar de nuestro voluminoso planeta.
"Aquí también se prepara personas que van al campo misionero, especialmente, destinados a otros países. Tenemos egresados de esta institución ejerciendo en Europa, en África y en lugares tan lejanos como Rusia. Si bien la preparación para esta tarea está centrada en la evangelización, junto con ello hay programas dirigidos a realizar trabajos con etnias, comunidades pequeñas y campos específicos como la medicina, enfermería y la educación", precisa el pastor Flores.
El perfil formativo de este histórico centro teológico tiene como sello la Biblia, comenta el rector del seminario en Temuco, Anthony Prado, y para ello, su plantel administrativo y docente se esfuerza, año tras año, para preparar a líderes de buen carácter, "con un carácter de ministro o pastoral, capaces de adquirir herramientas o conocimientos de calidad, con rigurosidad académica y que sepan ejercer el ministerio práctico, es decir, que puedan aplicar todo ese conocimiento recibido en la realidad inmediata".
En cuanto al ministerio práctico, agrega el pastor Flores, la preparación de los estudiantes considera hoy una relación temprana con el entorno, con la comunidad regional circundante, es así como, en distintas etapas del programa, los alumnos y alumnas realizan trabajos cristiano-sociales en comunidades mapuches, centros para menores y también en hogares de ancianos.
En el pasado, esta centenaria institución alberga no solo a personas de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera en busca de formación teológica, también abre sus puertas a cristianos de otras iglesias. "Aquí se capacitó también a hermanos bautistas, pentecostales y anglicanos. Esta experiencia se dio con mayor fuerza hasta los años ochenta, justo cuando empiezan a surgir otros seminarios. Tuvimos una identidad interdenominacional, aunque en el presente todavía existen estudiantes provenientes de iglesias hermanas", acota el presidente de la institución en Chile.
PATRIMONIO
Entre los antecedentes históricos del edificio institucional destaca el hecho que desde sus inicios este oficia como oficina central de la Alianza Cristiana, bajo su techo se aloja inicialmente la famosa Imprenta Alianza que por décadas opera como sello de incontables publicaciones y también es el alero de la Segunda Iglesia Alianza de Temuco, que por cuarenta años consecutivos funciona en el ala sur del edificio, hasta que se construye el templo que hoy existe a unos cuantos metros en la misma calle Dinamarca, a pasos de la Avenida Alemania de Temuco.
Como si fuera poco, por varios años, el seminario mantiene un convenio con la Universidad Arturo Prat, a raíz del cual se da formación a profesores de religión evangélica.
Por esta y otras razones este edificio de albañilería, uno de los pocos de este tipo que siguen en pie en la capital regional, es reconocido por la comunidad local, y cada año, en el contexto del Día Nacional del Patrimonio Cultural, es considerado como una pieza a visitar dentro de la "ruta patrimonial".
Y si de aporte cultural y patrimonial se trata, la institución destaca también por cobijar la Biblioteca "Barbara Volstad Anderson", espacio destinado al estudio que lleva el nombre de una recordada misionera, el cual cuenta con más de 7 mil libros y cuya bibliografía la conforman textos de teología, antropología, sociología, ética, bioética y filosofía, entre muchos otros.
Es la historia que se ha escrito ya por 100 años y que se sigue escribiendo al alero de la fe cristiana, desde el sur de Chile, desde Temuco y que tiene continuidad, ahora, con la formación en curso de 225 estudiantes que han decidido abrazar el compromiso con el evangelio y con la población local, nacional e internacional en los tiempos que corren.