"El 17 de noviembre se realizará el primer remate online en la Región"
El 14 de febrero pasado la Dirección de Crédito Prendario -la popular "Tía Rica"- cumplió 101 años, convirtiéndose junto a la Caja de Previsión de la Defensa Nacional, Capredena, en las instituciones más antiguas del Estado.
Y dado que el centenario coincidió con las restricciones sanitarias, los festejos debieron ser postergados, situación que explicó en su visita a Temuco, el director general de Crédito Prendario, Andoni Elorrieta.
"El año pasado fue el centenario y obviamente que en cuarentena no pudimos hacer la celebración, como querían los funcionarios y funcionarias", señala a El Austral Elorrieta, quien agrega que "habían varios planes para festejar los cien años, pero, finalmente, no se pudo hacer mucho".
Al respecto, Elorrieta detalla que "había planificado un congreso internacional de instituciones de crédito prendario que hubo que suspender, así es que hemos tratado que estos 101 años sean como un hito para la modernización de la Tía Rica".
-¿En qué pie encontró el centenario a la institución?
- Yo diría que en un muy buen pie, porque previo a la pandemia, hablamos de 2019, a nivel nacional se estaban otorgando 600 mil créditos al año, que es una cantidad importante, cifra que en La Araucanía bordeaba los 32 mil créditos.
- Pero llegó el 2020 y el coronavirus, ¿qué pasó?
- Se redujo en un 50%. Estuvimos varios meses cerrados por la cuarentena, luego hicimos un plan para reabrir las sucursales, lo que logramos hacer en el mes de agosto. Y si bien luego de eso volvieron las comunas a cuarentena, no hemos vuelto a cerrar, hemos seguido atendiendo. Ahora, a finales del 2020 y en el 2021 nuestros usuarios han tenido sí o sí una mayor liquidez por el retiro del 10% de las AFP, sumado a toda la ayuda estatal. Entonces, la caída sigue respecto del escenario prepandemia, ya que hoy estamos en un tercio de un año normal. Es decir, entre 2020 y 2021, caímos en un 60%.
- ¿Cómo impacta este escenario a la institución?
- En términos prácticos la Dicrep es una institución autónoma del Estado, tiene patrimonio propio y debe autofinanciarse, y eso significa que hemos tenido un déficit mayor. Por ello hemos tenido que hacer un presupuesto más austero, ajustándonos en otros ítems, sin que esto tenga impacto en los funcionarios. Sí hemos debido ser más eficientes, y como hemos colocado menos dinero, eso ha significado que hemos tenido que pedir menos dinero.
- ¿Cómo funcionaron en cuarentena?
- Primero, con un protocolo súper estricto, con sanitización diaria y todas las medidas ya conocidas. Los primeros días fue curioso porque en ciudades grandes, cuando reabrimos en agosto de 2020, se formaban largas filas y había que entregar números hasta la máxima posibilidad de atención, quedando personas que debían esperar hasta el día siguiente. Hemos trabajado en turno y las personas en situación especial , a través de teletrabajo.
- ¿Cuál fue el impacto del encierro y la apertura digital?
- Lo primero que implementamos en una alianza con el BancoEstado fue pagar los créditos con transferencia. Antes, todos los pagos al cliente eran en efectivo, hoy podemos transferir a cuenta vista, cuenta corriente o RUT. Hoy cerca del 30% de nuestras transacciones se pagan con transferencia electrónica, lo que otorga más seguridad al usuario ante la delincuencia. Lo segundo que estamos implementando de aquí a diciembre, en una alianza con la Tesorería General de la República y mediante su botón de pago que instalaremos en nuestra página web, es pagar los intereses y renovar los créditos por internet y con cualquier medio de pago. Y lo tercero, son los remates online, que es algo muy novedoso e importante para nosotros pues con ello entregamos más transparencia y mayor seguridad, pues se ingresa con clave única.
- ¿Cuándo parten los remates virtuales en La Araucanía?
- El 17 de noviembre se realizará el primer remate online en La Araucanía y se hará a través de una plataforma a la que se accede por nuestra página web, donde después hay que registrarse e ingresar con clave única al remate para cumplir con todos los mecanismos de seguridad. Este es un remate fiscal, ya que los de joyas o el de las cosas que la gente no pagó, se llaman remates de plazo vencido. El fiscal, en cambio, es cuando, por ejemplo, un municipio, un ministerio o un servicio del Estado, da de baja sus vehículos. Y también hay un tercero, que es el remate judicial, aquí por ejemplo están las incautaciones de autos de lujo que se hacen a traficantes. Entonces, partiremos con los remates fiscales, pero la idea es ampliar el espectro a las tres modalidades.
- ¿Con esto se acaban los remates físicos?
- No necesariamente, la idea es hacer remates mixtos, presenciales y en la pantalla virtual. Las ventajas son que se llega a una gran cantidad de público y que aumenta la transparencia.